lunes, 5 de febrero de 2018



Exquisitez y elegancia


         La nostalgia, el desengaño, desamor, la tristeza o la pérdida han constituido históricamente una gran fuente de inspiración y estímulo para la creación. Y precisamente esta última es la que ha impulsado a Cecilia Giménez a poner en marcha y materializar su proyecto más reciente. Romeo era su apoyo, su modelo, ese ser que permanece en el fondo aportando la fuerza y reconocimiento necesario, cuando la flaqueza o la duda aparece.
         Pero lejos de un planteamiento invadido por la excesiva añoranza, la cantante ha confeccionado un álbum de versiones, temas escogidos, que sí, realmente suena íntimo, pero con esa elegante luminosidad que va fundiendo los colores y texturas; esa luz del amanecer y del crepúsculo que esquiva los contrastes y que de alguna manera aproxima todas las tonalidades, sin que ningún detalle exceda y en cambio enriquezca al conjunto.
         Como comprobamos en la presentación, en el auditori de Porreres, esta podría ser una metáfora de cómo suenan los músicos, con la misma sutileza y elegancia que la propia cantante, y donde cada uno aporta para un todo que acaba resultando sencillamente maravilloso.
         Romeo, es además su proyecto más personal, donde su voz, rica, extremadamente modulada y con un dominio amplio del registro que te eriza el vello, viaja libre como una seda al viento que va acariciando cada una de las conocidas melodías que componen el repertorio. Antònia Font, Depeche Mode, Neil Young, Dylan o Marisa Monte, todo adquiere un cromatismo tan personal y singular.  
Romeo es, además, un ejercicio de proximidad, entre los músicos, entre las canciones del repertorio y también, y así lo entiendo, en la misma forma de compartirlo con el público. Una propuesta para distancias cortas, realmente exquisita.

Romeo. Cei Giménez, voz; Guillem Fullana, guitarra; Toni Mora, piano; Marko Lohikari, contrabajo; Pep Lluís García, batería. Auditori de Porreres, 20 de enero.

domingo, 28 de enero de 2018



La calidad como norma



         Hace más de un año que comenzó a esbozarse este proyecto y al final ha visto la luz. Voiceover es la materialización de la idea con la que ha venido trabajando durante estos últimos tiempos el compositor y teclista Sergio Llopis para la banda Highlands Project. Y la verdad es que esta idea de poner a una escogida y bien nutrida selección de grandes músicos y proyectandosu mirada más personal al servicio de otras voces, acaba enriqueciendo el resultado final, además de aportar una significativa pluralidad textural.
         En la Petita del Principal -que por cierto se quedó en eso, excesivamente pequeña-, se presentaba la nueva producción recogiendo todo ese lujo de autorías y registros que tienen su punto concordante en los arreglos de Llopis.
El pistoletazo de salida lo daría “Settler” una composición de su anterior Live at Alquimia Records. Era la forma de poner a punto todos los engranajes de una gran banda. Lo es en número, pero lo es también en el carácter musical que son capaces de desarrollar y mucho más a medida que se van soltando y la comodidad relaja las tensiones; pues si es verdad que la responsabilidad recae en su director, no cabe duda de que mucho tienen que decir el resto de músicos como solistas. Da gusto comprobar como en una estructura tan numerosa no sobra absolutamente nadie y cada elemento tiene un porqué.
En ese inevitable desfile de invitados, Omar Lanuti, Mary Lambourne, Paco Colombàs, Pedro Rosa, Masé Jara y Julia Colom -cada uno tiene su propio tema- vivimos momentos de una intensidad musical realmente extraordinaria, gran implicación entre algunos de los músicosque a estas alturas no sorprende porque viene siendo habitual, pero sí maravilla.
El final nos quedamos con ganas de más, mucho más. Es lo que ocurre cuando la calidad, por encima de todo,acaba instaurándose comola norma.

Highlands Project. La Petita del Teatre Principal, 17 de enero de 2018.

martes, 23 de enero de 2018



Pluralidad estética del jazz


         Ni viento, ni lluvia, ni ninguna otra inclemencia meteorológica. De hecho, creo que ha sido la revetla de Sant Sebastià menos fría en muchos años. Un hecho que, sin duda, también ha contribuido a que la ciudadanía se lanzara a las plazas de forma más decidida. Al menos es lo que sucedió en la plaza de la Porta de Santa Catalina; aunque, todo hay que decirlo, más preocupados por las viandas en la parrilla que lo que acontecía sobre el escenario.



Aún así, Eva Fernández con una propuesta tan deliciosa como íntima, con una voz de gran ternura y muy acertada con el saxo, fue, poco a poco, reclamando la atención para ese material, su segundo álbum -una auténtica exquisitez-, que a mediados del próximo mes de febrero tendremos ya en el mercado.




Quienes también habían presentado nuevo trabajo esta misma semana eran los Highlands Project; pero su propuesta, a excepción de ese “Hang On” del tercer álbum, se centró en sus dos primeros discos. Como siempre fusión jazz-funky trepidante que marcaba un ritmo muy especial en la plaza además de unos solistas de lujo.



De lujo es también el nuevo álbum de Cecília Giménez. Romeo, con el que llenó toda su actuación, es un trabajo lleno de detalles y donde su fantástica y elegante voz encuentra el acompañamiento idóneo, e igual de preciso, en la banda. No obstante, diría que es más adecuada para espacios más íntimos y próximos de un teatro.



La velada, que mantuvo el horario de forma estricta y con una significativa merma de asistencia, aunque mucho más entregada a los ritmos de esta formación que presiden Carme Jaime y Seydou Sissokho, recobraba la efervescencia rítmica para su clausura. Muy interesante esa forma de llevar clásicos del jazz como “Afro blue” o “Softly As In A mornig Sunrise” al terreno del afro-jazz. En resumen y en conjunto de las mejores de los últimos tiempos, para la pluralidad estética del jazz.     

Eva Fernández – Highlands Project – Romeo – Sissokho Afro Jazz. Revetla de Sant Sebastià. Porta de Santa Catalina, 19 de enero de 2018.