sábado, 20 de julio de 2013

escrito hace casi siete años

Por buen camino

        Comprobar como el sentimiento de la amistad resulta más fuerte que ver a Alonso proclamarse campeón en Interlagos –algo prácticamente cantado de antemano- o  ese partido del siglo, que se repite por duplicado cada año, entre Barça y Madrid –lo siento por los culés-, es algo que a Luis Alberto Segura debió de gratificarle enormemente. Porque no sólo corría el peligro de enfrentarse a una sala desierta, sino además de que el público pudiera estar más pendiente en lo que sucediera fuera del Xesc Forteza que en su interior.
         Pero por fortuna, ni lo uno ni lo otro. La gente respondió a la llamada de L.A. y arropó al cantautor en la presentación de su tercer álbum que se regalaba con la entrada, por cierto al módico precio de diez euros la localidad. Todo un buen reclamo del que ya pueden ir tomando nota.
Con una trabajada puesta en escena -acertado golpe de efecto del atrezzo- y muchas ganas de que conociéramos en directo sus más recientes creaciones, Segura fue fijando su nuevo material a la vez que recodaba algunos de sus anteriores temas. Primero en solitario, una propuesta mucha más folky y cercana al sonido de Neil Young –cuantos recuerdos con Crosby, Stills & Nash nos vinieron a la cabeza- y luego con el grupo algo más roquero. En cualquier caso, siempre temas sin excesivas complicaciones y propicias para seguir trabajando ese falsete que tan buen resultado le ofrece. Nos regaló un buen dúo con el saxofonista Manolo Cuesta, y otro mejor con el teclista Emili Gener; en cambio ese bis con Tony Noguera, que según reconoce tanto le ha ayudado en el álbum, mejor obviarlo.
“Welcome Halloween” supone su trabajo más pretencioso. Y puede serlo, por serio, por elaborado y por dar mayor importancia al plano musical. Si lo que pretende además es abrirse el mercado, tanto nacional como internacional, creo que va por buen camino.



L. A.
Presentación “Welcome Halloween”
Teatre Xesc Forteza, 22 de octubre de 2006

miércoles, 17 de julio de 2013

Todo listo para la 19ª Edición del Festival Internacional Mallorca Jazz Sa pobla. Saxophobia, Aruán Ortiz, Joachim khün, Dan Fox y el Jimmy Westein’s Traveling School serán los protagonistas

Sa Pobla presenta un perfil de Festival más compacto

         El próximo seis de agosto en la Plaça Major de Sa Pobla, dará inicio la decimonovena edición de su Festival de Jazz. Un encentro que, desde hace tiempo, se ha convertido, en el referente más destacado de este género musical en la isla.
La diferencia más notable de la presente edición frente a las citas anteriores es que las cinco jornadas que configuran el cartel tendrán carácter continuado. De esta manera se establece ese perfil más compacto de Festival que facilita, por otra parte, el poder ser considerado como un paquete turístico de promoción de la localidad y de Mallorca a través del jazz.  

Saxophobia - Fotografía José Luis Luna

Inaugurará el Festival el grupo local Saxophobia Funk Project, una banda formada hace aproximadamente unos dos años a partir del Saxophobia Quartet por alumnos del conservatorio de Palma con la intención de promocionar y difundir este instrumento. Conforman la banda Cristian Sorribas, saxo soprano; Miquel Àngel Rigo, saxo alto; Alberto Moreno, saxo tenor; José Valle, saxo barítono; Miquel Marquet, batería; Juanjo Monserrat, guitarra y Luis Bayón bajo y su popularidad ha crecido como la espuma en los últimos tiempos.

Aruán Ortiz

         El pianista, compositor, educador y reconocido productor Aruán Ortiz iniciará el primer asalto al panorama internacional de Festival. Con su Santiarican Blues Suite acuñado el pasado año y considerado como una obra maestra clásica contemporánea, el músico cubano se presentará en formato de trío en la jornada del siete de agosto, junto al trompetista Raynald Colom –uno de los grandes valores del jazz del país- y el baterista Rob García. Ortiz mezcla en su música las influencias de clásicos contemporáneos como Shoenberg, Ravel o Bartok, de la música tradicional afro-cubana y grandes del jazz como Monk, Tatum y Powel.

Joachim Kühn Trio

         El pianista Joachim Kühn, uno de los músicos más importantes de la vanguardia jazzística europea y uno de los grandes exploradores de las nuevas formas de expresión musical, será el protagonista de la tercera jornada del programa. Una velada que se promete intensa y en la que se acompañará del udista marroquí Majid Bekkas y del batería y percusionista alicantino, residente desde hace veinte años en parís donde fue condecorado como “Caballero de las artes y las ciencias”, Ramón López, con quienes lleva trabajando desde 2007.
Se mantiene la relación establecida con el músico Jimmy Weinstein que favorece el seminario de jazz Traveling School. Un encuentro pedagógico de cinco días que llega a su octava edición y que culmina con un concierto que protagoniza una de las jornadas del cartel y que en la presente edición cerrará el festival  el diez de agosto.

Dan Fox

La jornada anterior Dan Fox, profesor invitado especial del seminario, ofrecerá un concierto arropado por la Traveling School Band –banda formada por los profesores del seminario-. Fox, que en la actualidad es profesor y dirige la banda de jazz de St. Mark’s High School de Southboro en Massachusetts y que ha impartido clínics en el Berklee College Of Music de Boston además de otras importantes universidades, es un reconocido trombonista que ha trabajado con grandes músicos como Louis Bellson, Paquito D’Rivera, Joe Lovano o Clark Terry.

Jimmy Weinstein's Traveling School

Todos los conciertos tendrán lugar en la Plaça Major de la localidad a partir de las 22’30 horas, a excepción del de clausura que se iniciará media hora antes y serán gratuitos. Durante los días de concierto podrá verse en la Sala Es Cavallet, en la misma Plaça Major, la exposición de pintura de Núria Palau.

Fotos cedidas por Ajuntament de Sa Pobla
Madeleine Peyroux, versiones balsámicas

         El disco rubricado por Ray Charles y editado por la ABC en 1962 Modern Sounds In Country and Western Music, ha servido de excusa perfecta para el más reciente lanzamiento de la cantante de Georgia Madeleine Peyroux. Hasta cuatro canciones del original se recogen es este The Blue Room que conforma su séptima referencia discográfica.
         Un trabajo que transita por el pop, country y folk perfilados por las armonías del jazz más moderno. Fórmula que el productor Larry Klein –con quien ya había iniciado colaboración en su tercer álbum Careless Love y con el que realmente se dio a conocer en 2004-  ya utilizó con éxito en el laureado River: The Joni Letters junto a Herbie Hancock.
         El disco constituye un bálsamo sonoro –en buena parte responsabilidad de los arreglos de cuerda realizados por Vince Mendoza- que se desenvuelve en los terrenos musicales más tiernos y delicados. Una vuelta de tuerca balsámica a unos covers clásicos  que se dejan escuchar con total amabilidad, sin la más mínima dificultad, y con pocas aportaciones que no sea precisamente esa atmósfera relajante y tierna.
Peyroux sigue atesorando esas referencias que nos remiten ineludiblemente –la caracterizaron desde el principio de su carrera- a Billie Holliday; aunque sea éste su registro más personal. Un disco que tendremos la oportunidad de escuchar en directo este próximo verano en le festival Estiva en Port Adriano.



The Blue Room canciones de atmósferas relajantes que transitan por el pop, country y folk perfilados por las armonías del jazz más moderno

sábado, 6 de julio de 2013

El canon del jazz

El jazz a golpe de estándares

Cuenta Ted Gioia (Palo Alto, 1957), músico, compositor, historiador -mención especial merece su Historia del Jazz y Blues: La historia del Delta del Mississippi-, profesor y productor de jazz, que en su etapa de aprendiz de músico tuvo la necesidad de conocer toda una serie de temas clásicos para poder dedicarse al género. Canciones que se daba por sentado que el músico conocía de antemano y, en multitud de ocasiones, se notificaba su interpretación al músico sobre el escenario.
Composiciones provinentes de musicales de Broadway o repertorio cinematográfico además de creaciones de grandes de la música improvisada como Miles Davis, Thelonious Monk, Duke Ellington, John Coltrane o Charlie Parker convertidas en estándares, aunque sin una lista ‘oficial’ hasta el The Royal Book –colección de partituras que comenzó a circular de forma más o menos clandestina en los setenta-.
Inspirado en esta recolección de partituras y frente a la necesidad de compartir con sus alumnos estas canciones, inició lo que a la postre sería el precedente de El canon del Jazz, obra editada originalmente en 2012 y traducida al castellano recientemente por Turner. Doscientos cincuenta temas imprescindibles que constituyen el vademecum clásico del jazz y de los que el autor nos explica el origen, la situación, el momento de la composición, curiosidades y anécdotas y versiones que conforman la historia de la propia canción. 



 El canon del jazz: Los 250 temas imprescindibles, constituye el vademecum clásico del jazz. Curiosidades, anécdotas, origen y versiones recomendadas que conforman la propia historia.

Damià Timoner

Técnica, virtuosismo y sentimiento

         Si hubiera habido una sola persona por cada una de las quinientas cincuenta salas de los Estados Unidos en las que se proyecto su versión de “Cassidy”, la Mozart se hubiera quedado pequeña; pero la cosa pintó muy distinta. A penas 25 o 30 personas que no hizo justicia a una propuesta realmente interesante. No creo que sea un tema de desinterés, de falta de motivación, tampoco, ni mucho menos, de falta de calidad de una propuesta exigente y bien trabajada. Tal vez sencillamente se trate de esa inercia que, como mala compañera, se ha adherido en los últimos tiempos al mundo de la cultura.
         En cualquier caso ello no impidió que Timoner, como gran profesional que es -y lo viene demostrando desde ese Un quart de segle que rubricó en el 92 y se recordó esta misma noche en el primer bis del concierto-, se volcara con sus nuevas composiciones, espléndidas y que mantienen ese lenguaje propio conjugado entre el sonido californiano y el mediterráneo de Sòlid.



         Técnica, virtuosismo y sentimiento se barajaron a partes iguales, en perfectas dosis para que lo complicado pareciera sencillo y la dificultad, simplicidad. Tal vez le faltó algo de relajación -con tal panorama era realmente complicado- para que todo fuera más fluido; pero esas melodías consiguieron calar hondo. No quiero disimular la emoción que me producen algunos de sus pasajes, y la profundidad, tanto de las composiciones propias como de las versiones, por que no todo se queda tan sólo en lo emotivo, existe una estructura bien construida a partes iguales, eso sí, entre la razón y la pasión.



DAMIA TIMONER. Sala Mozart del Auditorium, 29 de junio de 2013.   

viernes, 5 de julio de 2013

El buen feeling de Motis & Chamorro

El buen feeling de Motis & Chamorro

En estos últimos tiempos, mucho se ha hablado de la cantante y trompetista Andrea Motis. Por lo general siempre precedido del calificativo de ‘niña prodigio’. Y es que realmente no resulta tan habitual que una joven –en la actualidad diecisiete años- haya revolucionado, en mayor o menor medida, el panorama jazzístico nacional. Hecho posible a ese tandem formado con su profesor y director en la Sant Andreu Jazz Band Joan Chamorro, convertido además en avezado compañero de viaje musical.
Es cierto que al hablar de la catalana, la mirada se pone, sobre todo, en el futuro; pero cuando el presente es tan ilusionante, éste resulta verdaderamente halagüeño. Tal vez falte imprimir huellas de personalidad propia en su voz perfectamente modulada y de gran fragilidad y rotundidad también en su instrumento, pero no cabe duda de que el germen está ahí y si impera la lógica, estaremos hablando de uno de nuestros grandes valores del jazz.
Feelling Good, tema de Anthony Newley que popularizara Nina Simona,  da título al segundo álbum fruto de la relación entre maestro y alumna. Una producción que recoge una amplia colección de clásicos barajados con ternura y elegancia. Amabilidad musical como una brisa sonora expuesta de forma directa, sin recovecos y acompañados de grandes músicos como Ignasi Terraza o David Mengual entre otros.



Feeling Good recoge una amplia colección de clásicos barajados con ternura y elegancia, amabilidad musical como una brisa sonora expuesta de forma directa y sin recovecos

lunes, 1 de julio de 2013

25 años d’Eivissa Jazz

25 años d’Eivissa Jazz

         Entre el 10 y 13 de septiembre de 1986 y con el colofón del concierto de Carla Bley, el Anfiteatro Romano del Pueblo Español de Palma recibía la primera edición de la Muestra Nacional de Música de Jazz para Jóvenes Intérpretes. Un proyecto del Ministerio de Cultura a través del Instituto de la Juventud cuyo carácter pretendía la itinerancia por diversas localidades del territorio nacional y que desde su segunda se ancló en Eivissa. De esa propuesta y de su continuidad surgió lo que conocemos en la actualidad como el Festival de Jazz de Eivissa. Cita que tras algún breve paréntesis celebrará este año su vigésima quinta edición. 
         Con motivo de tal acontecimiento, se ha llevado a cabo por parte del Ajuntament d’Eivissa la edición de un libro que recorre brevemente la historia de este Festival que, como pocos, se preocupa de programar artistas jóvenes españoles junto con figuras internacionales. La publicación incluye un destacado material fotográfico centrado esencialmente en los años más recientes del encuentro rubricado por Marco Torres junto con algunas otras colaboraciones, así como material procedente del archivo de la prensa local.
         Y si hablamos de música, no podía faltar ese disco compacto que acompaña la edición y que nos ofrece brillantes ejemplos sonoros –diez joyas en directo- de lo acontecido a lo largo de estos años  en el Baluard de Santa Llúcia, seleccionados por José Miguel López (RNE-Radio 3).



La edición de un libro con abundante material fotográfico y un disco compacto por parte del Ajuntament d’Eivissa conmemora un cuarto de siglo del festival  

De Nuria Feliu al Jamboree (y III)

De Nuria Feliu al Jamboree (y III)

         La cantante catalana Nuria Feliu culminaría con firmeza sus primeros pasos en el jazz con su primer disco para la multinacional Hispavox. Soul, bossa nova, incunables melodías de Broadway y estándares del jazz norteamericano cantados en catalán y arropada por una big band a las órdenes de Lleó Borrell. Un álbum que completaría esa trilogía imprescindible que nos remonta a esos años sesenta que marcarían el ritmo emergente del jazz en Cataluña.
         Y al hablar de esos años, resulta imprescindible también hacerlo del Jamboree, club de jazz de referencia situada en la plaza Reial de la capital catalana y en cuyo local se formaron a golpe de directo enteras de músicos de jazz y, aún hoy, constituye un referente del género.
         Nits de Jazz al jamboree, editado por Edigsa en 1968, materializa uno de esos ejemplos de músicos, entonces jóvenes, que marcaron las pautas de la improvisación musical. Ricard Roda (saxo i flauta), Ricard Miralles (Piano), Enric Ponsa (contrabajo) y Joan-Josep Tudurí (Batería) son los protagonista de ese primer lanzamiento –al final todo quedó con este único lanzamiento- que pretendía dar fe de todo lo bueno que se cocía en le local.  
         “Asteriscs” de Miralles, dos standards como “Stella By Starlight” y “On Green Dolphin Street”, “Kelly Blues”, “Theme For Ernie” y “C.T.A.” llenan los surcos de calidad e historia.



Ricard Roda, Ricard Miralles, Enric Ponsa y Joan-Josep Tudurí protagonizaron en 1968 Nits de Jazz al Jamboree, un disco histórico del jazz en Cataluña.

Nuria Feliu y Bennett. Jazz en catalán (II)

Nuria Feliu y Bennett. Jazz en catalán (II)

         Si consideramos 1965 como la iniciación de la cantante Núria Feliu en el jazz, con la traducción al catalán de viejos y conocidos estándares junto al pianista Tete Montoliu (ver esta misma sección del pasado domingo), al año siguiente consolidaría aún más esa faceta con la edición de un nuevo álbum titulado Nuria Feliu – Lou Bennett i els seus amics.
         Sería de nuevo la discográfica Edigsa, que con el tiempo se convertiría en responsable de la edición de buena parte de los cantautores de la cançó así como de los grupos de música progresiva catalana –léase Secta Sònica, Iceberg, Música Urbana, Companyia Elèctrica Dharma, entre tantos otros- además de introducir en nuestro país catálogos internacionales de jazz como ECM o SteepleChase, la que editaría en 1966 este segundo álbum de la catalana y en el que compartiría protagonismo con el organista de Filadelfia Lou Bennett, que por aquel entonces pasaba largas temporadas en nuestro país.
         Clásicos como Georgia on My Mind, Speak Low, Satin Doll, You Don’t Know What Love Is, Pennies From Heaven o After You’ve Gone, nos traerían las rúbricas de Carmichael, Weill, Ellington, Raye, Johnston o Creamer, al servicio de una extraordinaria voz como la de Núria Feliu, bajo la producción de Albert Mallofré, y sus amigos que a parte del mencionado Bennett, serían el pianista catalán Tete Montoliu y el guitarrista belga Philip Catherine.



Georgia on My Mind, Speak Low, Satin Doll, You Don’t Know What Love Is, Pennies From Heaven o After You’ve Gone, al servicio de la extraordinaria voz de Núria Feliu

Nuria Feliu y Montoliu. Jazz en catalán (I)

Nuria Feliu y Montoliu. Jazz en catalán (I)

         Para muchos, la aportación más importante de la cantante y actriz catalana Nuria Feliu (Sants, 1947) al mundo de la música, es la traducción al catalán de conocidos estándares del jazz. Su debut, junto al pianista Tete Montoliu –quien grabara para Concentric ese mismo año A Tot Jazz Vol. 1 y 2-, el saxofonista Booker Ervin, el contrabajista Erich Peter y el batería Billie Brooks, coincide con una de las primeras y más destacadas referencias discográficas, en su día editadas por Edigsa, de nuestro país.
Feliu, considerada ya en 1965 como una de las grandes cantantes de la cançó, y Montoliu, cuya trayectoria ya había despegado junto a Roland Kirk, Archie Shepp, Kenny Dorham, Dexter Gordon o Sonny Stitt entre otros, apostaron por un repertorio que alternaría estándares norteamericanos nunca antes traducidos al catalán -ahí recae otra de las singularidades y grandezas de este álbum- como “Lullaby of Bridland”, “Bye bye Blackbird”, “Lover Man”, “Wellow Weep For Me” o “Misty”, junto con instrumentales no menos conocidos como “Yesterdays” o “Just Friends”, además de un tema, un interesante blues, surgido de la improvisación –“El Blues d’en Booker”.
Sin duda, nos referimos a un disco histórico, hoy prácticamente de coleccionista, pero que mucho más que una anécdota, refleja la inquietud de una época en la que se apostaba por el riesgo e ir siempre un paso más allá.  



El álbum de 1965 editado por Edigsa, constituye la primera grabación de estándares norteamericanos del jazz traducidos e interpretados en catalán